EL DIVINO SALVADOR DEL MUNDO.
La fiesta de San Salvador en un inicio se trato de una festividad
civica, según el CATOLICO (diario escrito religioso del siglo XVII; dice que
San Salvador ha celebrado sus fiestas tres cientas cincuenta veces desde aquel
6 de agosto que nació entre el fragor de los combates y el triunfo de la
vivilizacion…[1].
El cronista se basa en la noticia que da el Fraile Francisco Vasquez, en su
Crónica de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de Guatemala, que Juarros
asume y elabora a su modo, así: El 6 de agosto de 1526, día en que la Iglesia
celebra la transfiguración del Señor y por esta misma razón se dedicó la
Iglesia Parroquial al Salvador y se hacia la reseña de este triunfo, sacando el
real perdón la víspera y dia de dicha fiesta, por las calles principales con
lucido acompañamiento de Caballeros.
Por un
tiempo según decreto del 25 octubre de 1861 se transfirió la celebración al 25
de diciembre de cada año la celebración al Divino Salvador del Mundo, todo con
vistas a mejorar la parte de negocios en una época que serian más lucrativos.
Sin embargo, el pueblo mantiene la fecha del 6 de agosto firme para su
tradición de fiesta religiosa bajo el titulo “Divino Salvador” y sus mayordomos
se ocupan con empeño para cumplirles a los hijos de la capital.
Las
fiestas son para los capitalinos y para todos los salvadoreños, para todas las
clases y todas la jerarquías, no importa la condición, cada quien lleva su
ofrenda según sus capacidades y nadie se presenta con el interés de negociar.
Al poco
tiempo, en 1864 vuelve a celebrarse las
fiestas el 6 de agosto, el mes tradicional, que por decisiones políticas se
había traslado a diciembre, contrariando las costumbres muy antiguas de los
salvadoreños y que estas tradiciones seculares no se pueden contrariar
bruscamente porque produce descontento popular.
[1] EL CATOLICO, (Diario
Escrito del siglo XVII) Año II, Tomo II No. 62 del 6 de agosto de 1882. Citado por
COCULTURA 2009. Catedral Metropolitana de San Salvador.
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