Está formado por ocho pinturas al oleo de 7.25 x 2.80 m. que presentan
diversas escenas de la vida de Cristo con una finalidad catequética; cuatro de
estas escenas presentan episodios de la infancia del Señor: Anunciación,
Adoración de los Magos, el Taller de Nazareth y el Niño en el Templo (fila
inferior de izquierda a derecha). Las otras cuatro son de la vida pública: El
Bautismo, el Sermón de la Montaña, El Calvario y la Resurreccion (fila
superior, de izquierda a derecha) En los extremos del retablo se sitúan cuatro
esculturas de los Evangelistas: San Mateo (su símbolo un ángel), San Marcos (su
símbolo un león con alas), San Lucas (su símbolo un toro), y San Juan (su símbolo un águila); cada uno de
4 m. altura.
Las pinturas al
oleo fueron elaboradas por Andrés García Ibáñez, en Pamplona en 1996, con
estilos Greco, Goya y de algunos pintores impresionistas. Las imágenes de los
evangelistas realizadas por el escultor vallisoletano Mariano Nieto Pérez, con
el taller de escultura de Juan Villa Herrero, estas son de poliestireno,
recubiertas de resina y policromadas.
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